Hace un tiempo tomando una cervecita me preguntaron:
¿Cómo puedo quitarme de encima el malestar que traigo del trabajo?
“Meditando”, le dije. Quería una solución, así que se la di.
«Llego agotada, aplastada, sin energía. Y me está esperando mi otro trabajo: el de mamá.
¿Cómo puedo soltar todo el agobio que traigo del trabajo?»
“La clave de las claves es tu actitud”, le dije.
“¿Cómo? ¿Qué actitud? Yo me pongo y me lío, la verdad».
Si tú también necesitas soltar tu malestar por el acoso laboral que sufres, te cuento 7 actitudes mindfulness con las que te quitarás de encima la angustia, el cansancio y la impotencia que tienes por tu trabajo.
¿Preparada para sacar tu curiosidad y tus ganas de descubrir?
Te lo cuento en terrícola. Claro clarito.
1. Mente de principiante
Es una actitud de apertura mental, de estar dispuesta a ver y experimentar las cosas como si fuera la primera vez.
Supone acercarte a la experiencia con el asombro de un niño.
Se trata de que mires todo lo que te venga en ese momento – sensaciones, emociones, pensamientos, recuerdos, ….. – con la curiosidad que tenías cuando era niña.
Así le quitas la influencia de lo aprendido.
Esta actitud también supone ponerte en modo no-saber.
Imagina que te sientes mal y no sabes con claridad que te pasa. Pero algo te pasa, porque te sientes confusa y cargada.
¿Cómo puedes empezar a disipar esa sensación?
Adopta la actitud de “No lo sé”, “Sé que no sé” para salir de esa confusión.
Incluso dítelo a ti misma, en voz alta o hacia dentro.
Comprobarás como ese malestar se afloja y consigues ver lo que te pasa con más claridad.
Porque desde esta actitud la angustia se diluye, como lo oyes.
Así de sencillo, ¿increíble?. ¡Compruébalo!. Te harás un inmenso regalo.
Si te cuesta acercarte a lo que sientes como un niño, puedes hacerlo desde el adulto, como un investigador curioso con ganas de aprender y descubrir, dejándole espacio a tu malestar emocional para que se diluya.
Observa lo que te pasa con la curiosidad de un niño o un investigador
2. Aceptación
Aceptar es dejar de pelearte con aquello que no es como tú quieres que sea.
Es reconocer que algo es así.
Es entender el modo en que las cosas son y descubrir el modo más sabio de relacionarte con ellas.
IMPORTANTE: no confundas aceptación con resignación o resistencia.
¿Conoces la frase “son lentejas, quien quiere las come quien no las deja”?
Yo la he tenido que oir un montón de veces jeje.
Resignarte es un “me las como pero no me gustan nada, pero como no hay otra cosa y tengo hambre…pero a mí no me gustan nada de nada”.
Resistirte es estar renegando de las lentejas toda la comida porque no te gustan, y tu ahí comiéndotelas y venga a pelearte porque son lentejas.
No aceptamos cuando nos resignamos ni cuando nos resistimos.
Aceptar es reconocer que hay lentejas para comer. Simplemente es así: son lentejas.
Acepto que es la comida que tengo hoy, aunque no me gusten y lo sé.
Sin resistencia ni resignación. Sin pasarme la comida peleándome con lo que no me gusta.
Aceptar es dejar de pelearte con aquello que no es como tú quieres que sea.
3. Sin juzgar, ni criticar
¿Te parece misión imposible? Se puede. Te cuento cómo se hace.
Observa tus pensamientos, emociones o sensaciones, aceptándolos tal y como son en el momento presente.
Sin reaccionar ante esa experiencia.
Sin juzgarla ni criticarla.
Luz, misión imposible, se me vienen solas a la cabeza ideas como es culpa mía, si no hubiera dicho o hecho….. ¿Qué hago?.
Es natural. A mí, a ti y a todos.
Haz lo siguiente: date cuenta de que ese pensamiento ha venido a tu mente. Y acéptalo, no te resistas pensando “no voy a pensarlo, lo voy a apartar”. Sólo conseguirás seguir pensándolo. ¿Te ha pasado?
A continuación, míralo como un observador externo para darte cuenta de que sólo es un pensamiento. Y vuelve a llevar tu atención a tu respiración.
El juicio o crítica que te has hecho se diluirá y tú volverás a estar en actitud.
4. Confianza
Es la clave para salir del miedo a darnos cuenta.
Confiar en que la comprensión de tu malestar llegará.
El secretillo:
Confía en el camino que estás recorriendo, y no en los resultados que esperas obtener.
Llegarán como resultado del camino, pero no como objetivo que te hayas marcado.
Así que otro secreto importante es:
Disfruta de la experiencia de meditar, sin un objetivo en mente.
Sin un objetivo no hay tensión, ni hay deseo, y por tanto, no hay decepción.
Se trata de que prestes atención al momento presente siguiendo estos principios.
Disfrutando del tiempo que te regalas a ti misma para atenderte.
5. No-esfuerzo
Medita desde la actitud de no intentar hacerlo mejor, simplemente medita sin esfuerzo, dándote cuenta que ya estás haciéndolo.
Esto implica que te vuelve a tocar entrenar tu capacidad de aceptación.
Porque cada vez que meditas la experiencia es como es, simplemente.
Unos días estarás más relajada, otros más inquieta, puede que te pique la oreja o la mano. Quizá haya ruidos que te molesten o simplemente que se te haya dormido un pie.
Sea como sea ese día, la clave es que lo aceptes todo sin esforzarte para que nada de eso te ocurra.
Además, como te decía antes, sin caer en la trampa de luchar contra tu propio discurso interno. Ya lo hemos hablado…
6. Paciencia
Todos estos principios necesitan de tu paciencia y constancia.
Del compromiso contigo misma para conocer, entender y afrontar el malestar que sientes por el acoso laboral que sufres.
Y es que no hay evolución sin trabajo, sin entrenamiento.
No hay cambio sin afrontar el dolor y sin disciplina.
Te lo puedo decir, más bonito. Seguro que sí. Pero te prometí que te hablaría claro clarito, y en terrícola… es así.
¿Aprendiste a montar en bici sin caerte?
¿Te regalaron la carrera o te la curraste?
¿Has llegado hasta donde estás sin trabajo ni constancia?
¡¡A que no a todas¡¡
No te aburras, sigue practicando. Es el mayor de los secretos.
Tendrás un regalo: recuperar tu bienestar emocional por ti y por los tuyos.
7. Sin apegarte
Sin apegarte a tus pensamientos, emociones o sensaciones.
Desapegarte significa no aferrarte.
Y es que en la práctica aceptar implica desapegarte. Porque cuando aceptas lo que te está pasando ocurre que se diluye, que se suelta, que te quitas de encima tu malestar.
¿Te das cuenta que vuelve a aparecer la aceptación?
Porque es el quid de la cuestión: el aprendizaje más importante que todos necesitamos hacer.
Es posible que ya te hayas dado cuenta de ello, y que además hayas entendido que también implica desaprender.
Porque nos han enseñado a procurar retener o atesorar cosas, relaciones, dinero, como la fórmula para asegurar nuestra supervivencia.
Y no hemos aprendido a separarnos, a distanciarnos, a desapegarnos.
“Luz, yo quiero soltar mi dolor, pero me cuesta. ¿Qué hago esta vez?”.
Cuando seas consciente de esta dificultad, relaciónate con esa experiencia tal y como te ocurra con una actitud de compasión.
Es decir, con amabilidad y afecto hacia ti, dejándole espacio para que fluya y se vaya.
Estos 7 principios para la práctica de mindfulness te van a permitir ponerte en contacto con un estado de conciencia que se llama “presencia”.
¿Has oído hablar de ella?. La presencia es un estado de conciencia que todos llevamos dentro.
A través de la práctica de meditar la (re)descubrirás y reavivarás en ti.
En otro post te contaré más. Ahora, a disfrutar de estas bellas palabras:
“La práctica de la meditación, cuando se alcanza en ella cierta profundidad, produce felicidad, paz y bienestar. ….. no sólo genera comprensión, sino también dicha.
Es decir, que la meditación misma es capaz de proporcionar una felicidad que contribuye a no esperarla del futuro.” Vicente Simón
Plan de acción para los próximos días
Regálate media hora para tí y ponte cómoda. Párate a escucharte y mirar lo que te pasa desde estas actitudes:
1- Observa con la curiosidad de un niño o un investigador.
2-Deja de pelearte con aquello que no es como tú quieres.
Así podrás aceptar y descubrir otra forma de relacionarte con lo que te están haciendo.
3– Contempla tus pensamientos, emociones y sensaciones sin reaccionar ante esa experiencia.
Sin juzgarla ni criticarla. Te ayudará a aceptarlos en el momento presente para que puedan disolverse.
4– Confía en el camino que estás recorriendo y disfruta de la experiencia de meditar, sin un objetivo en mente.
5– No intentes hacerlo mejor, simplemente medita sin esfuerzo.
6– Comprométete contigo misma y dedícate tiempo para entender, buscar ayuda y afrontar el acoso laboral que sufres.
7– Hazlo sin apegarte a tus pensamientos, emociones o sensaciones.
Y es que en la práctica aceptar implica desapegarte.
Porque cuando aceptas lo que te está pasando ocurre que se diluye, que se suelta, que te quitas de encima tu malestar.
Te invito a que te descargues gratis mi check-list para entender lo que te pasa en el trabajo y valorar si lo que sufres es acoso laboral o mobbing.
También puedes contactar conmigo, sin compromiso, para tener una sesión gratuita, hablaremos de lo que te está pasando y de cómo puedo ayudarte.
Para contactar conmigo haz clic en el siguiente enlace: CONTACTO.
Un abrazo desde el corazón
Luz